En las últimas horas, trascendió la información en diversos medios periodísticos de la posibilidad de que el «Corcho» Rodríguez emigre al fútbol de Chipre, por un préstamo de U$S 100.000 (por año, y una opción de compra de U$S 500.000), una oferta que la dirigencia estaría intentando mejorar. Suena al menos raro el hecho que Banfield tenga todo encaminado para renovar el préstamo de Luciano Lollo, jugador de 33 años que no pertenece al club, y que en contraposición acepte prestar a un jugador nacido en nuestra cantera de apenas 24 años, en una cifra seguramente menor que la que se pagó por el préstamo de Lollo; es decir, que renueve el préstamo de un central ajeno y preste por poco dinero y a un fútbol poco competitivo a un jugador propio (y con un opción baja).
¿Porque razón Banfield aceptaría una operación así? Según una investigación periodística que llevamos a cabo desde Contracara (con documentos que hemos tenido a la vista), a menos de una semana de dejar su mandato formal en el club Banfield (3/10/2018), los entonces presidente y secretario del club respectivamente, Eduardo Spinosa y Pablo Gabriele, le firmaron en una escribanía un mutuo a un empresario (cuya identidad reservamos) por la suma de U$S 300.000, dándole a cambio la exclusiva de venta de los jugadores Agustín Urzi y Giuliano Galoppo; a cambio de un interés del 3 % anual en dólares y un reconocimiento del 10 % de la venta de ambos jugadores. Como forma de avalar dicho mutuo, se otorgo como garantía el 10 % de los derechos económicos del jugador Carranza. Esta operación hecha a horas de dejar el cargo por Eduardo Spinosa fue aprobada por Comisión Directiva, claro está de espaldas al socio, y se mantuvo a la fecha reservada la información bajo llaves. Sin embargo al momento de la venta de Julian Carranza al fútbol norteamericano, fiel a su estilo, Spinosa no le cumplió al empresario, quien todo el tiempo ha amenazado con hacer pública la maniobra. Pues bien, el mismo empresario se encuentra vinculado al jugador «Corcho» Rodriguez, y sería quien acercó esta propuesta tan desventajosa para el club, pero que le permitiría cobrar lo que se le debe. Teniendo en cuenta que dicho empresario tiene la exclusiva de venta de Agustín Urzi y derecho al 10 % de su pase, y que según el propio Spinosa dijo a sus pares de comisión directiva esta semana, Agustín está vendido al fútbol europeo, el probable préstamo de Rodríguez sería una moneda de contraprestación para destrabar la tirantez existente entre el empresario y el mandamás del club. Independientemente de como termine el asunto, y a partir de los resultados de la investigación periodística que hemos realizado desde Contracara, el área legal de la agrupación Unidos por Banfield se encuentra en pleno estudio de la documentación recibida, a los fines de evaluar las responsabilidades legales de los directivos intervinientes en dicha operación.
Como se verá, la gestión Spinosa sigue siendo una caja de sorpresas con muchos ribetes por descubrir aún. Lo cierto es que siempre, el perjudicado termina siendo Banfield.
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