Silvio Villaverde, candidato a presidente en las próximas elecciones de Banfield por la agrupación Unidos por Banfield, dialogó con Marca Claro Argentina sobre el momento que atraviesa el Taladro e hizo foco en el fideicomiso, que tiene desde hace años al club atado de pies y manos.
«A los socios se les explicó que la única forma era mandar el dinero a un fideicomiso. 18 juicios por 600 mil pesos contra 60 millones de pesos de balance, no era lógico. El fideicomiso se llama reconstrucción banfileña. Hoy una entidad privada maneja las finanzas del club. Manejan 12 millones de dólares por año en un fideicomiso y es un negocio contra el club», comenzó explicando Villaverde.
«El único crecimiento de Banfield será cuando se termine el fideicomiso. Es una trampa porque no soluciona los problemas sino que los empeora. Hay que salir de este laberinto colocando un nuevo modelo de gestión a semejanza de los mejores clubes y transformar a Banfield», añadió el candidato de UxB.
Y siguió: «Hay que recuperar la constitucionalidad mediante un plan jurídico. Salir del fideicomiso pero hay que ver con qué nos encontramos. Hay que cerrar un concurso de acreedores abierto desde 1998, a pagar en 10 cuotas anuales, la última venció en 2012 y no se pagó. Hay que negociar con los acreedores que nos tienen embargados para que nos permitan volver a la institucionalidad, hay que negociar para poder administrar los 12 millones anuales«.
Luego Villaverde se refirió al oscurantismo con el que se manejan las transferencias en el Taladro: «Se vendió a Carranza a la MLS en 2 millones de dólares y el club dice que fue en 6, pero nadie sabe dónde están esos 2. Luego vendió a Payero en 8 millones y nadie sabe dónde va ese dinero, porque todo lo maneja Spinosa, el club vendió casi por 14 millones de dólares y después no se puede traer un 9. Y después Banfield contrata como contrata, a la vieja usanza, con allegados, representantes conocidos«.
Por último, Villaverde apuntó duro contra Spinosa: «Su posición para llegar al club fue decir que Portell era ladrón y generó una grieta de los hinchas. Es la cicatriz más grande y eso fue por ambición. Es la peor gestión de la historia. Las consecuencias se sabrán a futuro. Intenté juntarme con él en 2015 y siempre fue ayudar al club sin juntarnos con su gestión. Su tiempo en Banfield se terminó».
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