Banfield volvió a perder, esta vez fue 3-0 ante Huracán en el cierre de la Superliga y con una pobre imagen futbolística que preocupa.
El «Taladro» tuvo otra tarde para el olvido, le faltaron ideas, no supo nunca cómo jugar el partido y tuvo una fragilidad defensiva alarmante. Sin duda para el momento que vive el equipo, este partido es alarmante y hace preocupar a todos. El trámite del partido en el primer tiempo era chato, a Banfield casi que ni lo habían atacado y en la única de peligro que tuvo la visita Ojeda conectó la pelota con una gran volea para poner el 1-0 a los 30 minutos. Con el marcador en contra los de Falcioni comenzaron a jugar peor que antes y la gente empezó a perder la paciencia, por lo que al finalizar el primer tiempo el equipo se fue con murmullos al vestuario.
Para el complemento Falcioni metió mano en el equipo, cambió el esquema y mandó a la cancha a Jesús Dátolo (que increíblemente fue al banco). Con el 10 en cancha, el conjunto «Banfileño» tuvo cinco minutos donde mostró una mejoría y hacia pensar que podía llegar al empate. Pero el castillo de naipes del «Emperador» se derrumbó más rápido de lo que hubiésemos imaginado, antes de los 20 en una contra que Fontana cortó con falta, Nicolás Cordero marcó el segundo gol del partido con una gran ejecución de pelota parada. Cómo si fuera poco, quince minutos más tarde, en la primera pelota que tocó, Andres Chávez capturó un rebote largo de Arboleda y con un potente zurdazo sentenció el 3-0 final.
A Banfield hoy le faltó todo y con los promedios nuevamente acechando se debe dar un vuelco de 360 grados en lo futbolístico porque esta tarde se tocó fondo. La derrota contra Huracán debe marcar un punto de partida para lo que viene, no se pueden seguir dejando puntos en el camino porque los demás rivales directos están cada vez más cerca y en la Copa SuperLiga habrá una feroz competencia por mantener la categoría.
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