Matías tiene 35 años, fue a la cancha con su hijo y contó en primera persona lo que sufrió en el Florencio Sola.
Los episodios de violencia se reiteran cada vez que Banfield juega de local en el Florencio Sola y el público elige expresarse en contra de la actual conducción, con Eduardo Spinosa a la cabeza. La historia de Matías, un socio de 35 años, se hizo viral este fin de semana luego de que compartió una imagen junto a su hijo en Twitter.
«Esta es la última foto que vamos a tener juntos en la cancha hasta que no se vaya esta mafia. Él no quiere ir más y yo no lo voy a exponer. Gracias Eduardo Spinosa, así cuidás a la familia banfileña, como vos la llamás», escribió en su cuenta de Twitter. Desde Unidos por Banfield pudimos charlar con Matías y contó en detalle el angustiante momento que vivió en la cancha.
«Yo fui a la tribuna Valentín Suárez con mi nene. Lo senté en el paravalanchas porque estaba cómodo ahí. Fuimos ahí porque como cerraron la Fani él no quiere ir a otro lado. Quizás fui un pavo, pero ¿qué iba a pensar que iba a pasar? Si nosotros somos tranquilos. Yo a la cancha, menos yendo con él, no voy a hacer quilombo», comenzó el relato.
«A medida que pasaban los minutos empecé a ver cosas raras. Yo voy desde que tengo un año a la cancha y empecé a ver gente que no vi en mi vida. Los veías que caminaban, iban y venían. Y marcaban a la gente. Si cantabas en contra de Spinosa o estabas cerca de alguno que cantara, te señalaban, se te quedaban mirando. Era muy evidente», agregó.
Matías explicó que los incidentes comenzaron cerca del final del partido: «En un momento lo agarré a upa porque empecé a ver movimientos raros. Y ahí fue cuando me rodearon, dos por atrás y tres por adelante. Y la amenaza fue clara. ‘Ojo vos con lo que cantás, porque si te querés ir a la Fani de acá te vas a ir pinchado’, me dijo uno y me mostró un cuchillo».
‘Ojo vos con lo que cantás, porque si te querés ir a la Fani de acá te vas a ir pinchado’, me dijo uno y me mostró un cuchillo».
«Yo estaba tratando de estar tranquilo hasta que uno de ellos le pone la mano en la espalda a mi nene y ahí me saqué, le dije que no lo toque. ‘Fijate cómo me hablás porque te puede ir mal’, me dijo de nuevo y me volvió a sacar el cuchillo. Yo safé porque tengo la suerte entre comillas de conocer a varios pibes de la barra. Y uno se acercó y le dijo que conmigo estaba todo bien. Sino no sé que pasaba. Yo vi cómo a otros también les hicieron lo mismo y otro flaco con el nene también la pasó mal», añadió.
Matías agregó que piensa seguir yendo a la cancha, pero que no va a volver con su hijo: «Hoy no fue al colegio porque estuvo vomitando todo el fin de semana de lo nervioso que estaba. Se asustó, vio como me gritaban y se puso muy mal. Y cuando llegamos a casa me dijo ‘Papi, yo no quiero ir más, no quiero ser más de Banfield porque son mala gente y yo no quiero ser malo'».
Matías aseguró que al viralizase su historia lo llamaron desde el Club: «Yo hablé con mi oficial de cuentas y le dije que iba a hacer una denuncia. Y a los 5 minutos me llamó Gabriel D’Angelo, del consejo de deportes, que es el que ponen a dar la cara. Me dijo que estaban a disposición mía, lo que hacen siempre. Lo vi en las elecciones y le pasó a varios amigos. Te llaman para llevarte a un palco, te ofrecen una camiseta y te sacan una foto para después decir que está todo bien, cuando en realidad está todo mal».
«El Club tiene que responder de alguna manera, ¿Cómo va a haber armas blancas en la tribuna? ¿A mi me sacan un encendedor y ellos meten a tipos con cuchillos? Igual no creo que cambie mientras siga Spinosa, porque esta es su forma de conducir», cerró.
Desde Unidos por Banfield nos solidarizamos con Matías y reiteramos nuestro más enérgico repudio a la violencia en todos sus aspectos. Banfield se merece otro estilo de conducción.
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