A una semana del reinicio de la Superliga, Banfield sigue sin convencer con las incorporaciones que realizó. En el día de ayer se confirmó que Fabián Bordagaray llegará a préstamo por doce meses, sin cargo y sin opción de compra. El delantero próximo a cumplir 33 años es recordado por todos los banfileños por haberle convertido los goles a Newell’s el día que Banfield salió campeón, y el equipo rosarino peleaba el torneo con el Taladro.
Bordagaray se suma a la delantera con Daniel Osvaldo, quién sufrió un desgarro que lo tendrá afuera en los primeros tres partidos de la temporada.
Está claro que no se puede tener la certeza de los rendimientos de Osvaldo y Bordagaray, pero queda claro que son jugadores con mucho recorrido y poco hilo en el carretel.
Estás desiciones de la comisión directiva de Banfield, con Spinosa en las sombras, pero al frente de ella, no llaman la atención, ya que tomar decisiones mediáticas para impactar en el corto plazo son parte de la metodología de trabajo que tienen los dirigentes actuales del Taladro.
La contratación de Daniel Osvaldo, un jugador con una inactividad de tres años es solo una «sacudida» mediática para tratar de conformar al socio e hincha que últimamente viene muy golpeado por todo lo que pasa en el club puertas para adentro.
Más allá de rendimientos y de cómo sea el andar del equipo en lo que resta de la Superliga, queda evidenciado que los dirigentes de Banfield deciden para los títulos de los matutinos, para las redes sociales, y piensan muy poco, o nada en lo que al club le conviene de verdad.
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