El malestar abarca varios conceptos, no sólo la suba de la cuota.
El Instituto del Club Atlético Banfield nuevamente está en el foco de la crítica ante los reiterados reclamos efectuados por las familias que envían a sus hijos e hijas al jardín y a la Primaria. El espacio con el que cuentan los infantes es cada vez más reducido, con instalaciones que distan mucho de lo ideal para el desarrollo de las actividades.
El primario no cuenta con un salón comedor, sino que se comparte con el Jardín, por lo que los chicos y chicas tienen que comer en tres turnos de 20 minutos, apurados y sin poder hacer la digestión. Además, en jornadas escolares de 8 horas, es indispensable que se cuente con un patio techado para poder realizar todo tipo de actividades durante todo el años; sin embargo, no hay recinto alguno que pueda ser utilizado cuando el clima no acompaña.
Como si fuera poco, los padres y madres reclaman que los aumentos de las cuotas ascienden hasta un 45% y aún restan más a lo largo del año, volviéndose muy complejo mantener la matrícula. El ICAB, situado debajo de la tribuna Fani del estadio, está pasando por un momento de desidia y los primeros que lo sufren son los infantes.
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