Las agrupaciones Naranja y Unidos x Banfield sumaron patrimonio al club
La crisis institucional que vive Banfield tiene lógica. Y basta con repasar algunos acontecimientos que ocurrieron en los últimos años, y seguramente todos vamos a coincidir que todo tiene un por qué.
El 11 de julio del 2018 en la inauguración del predio de Rincón, Eduardo Spinosa se comprometió ante los socios allí presentes, y los chicos de la escuela banfileña, a que el predio sea parte de la vida social del Taladro, e incluso tomó el compromiso de adquirir el lote que une el predio con el gimnasio 110 años, algo fundamental para el desarrollo de las actividades en el lugar. Esto no solo no sucedió, sino que mostró una vez más el egoísmo de una dirigencia que no piensa en el bien de la institución, y sí piensa en tratar de engañar a los socios con grandes falacias en las redes sociales.
Banfield necesita del deber de dirigentes comprometidos y no aquellos que solo se preocupan por cuestiones que tengan que ver con lo mediático, lo efímero, dejando de lado la obligación para con el club y los socios.
Responsabilidad dirigencial es lo que Banfield necesita como el agua para encontrar la luz al final del túnel, y que aparezca esa luz depende de aquellos que deben tomar las decisiones importantes. Decisiones como las que tomaron los espacios de Gabriel Mariotto y Silvio Villaverde al comprar la cochera que separa el predio Rincón y el gimnasio 110 años para que todos los que allí practiquen tengan los mejores accesos a ambos predios.
Gabriel Mariotto y Silvio Villaverde líderes de Agrupación Naranja, y Unidos x Banfield respectivamente, junto con todos sus miembros a través de un comunicado oficial, informaron la donación del inmueble al club para que lo disfruten todos los socios.
El primer paso está hecho, aunque ahora falta desarrollar la obra, donde la comisión actual tiene la posibilidad de reivindicarse y acelerar el trabajo por el bien de los socios, aunque es muy difícil pensar que quienes solo mostraron egoísmos hasta aquí puedan mostrar otra cosa y seguramente será un trabajo para quienes gobiernen el club en los próximos años.
La cochera de Vergara 1670 ya es parte del patrimonio del club, ahora resta hacer los trabajos de rampas, y que la conexión entre ambos predios facilite el trabajo de todas las actividades que allí se realizan.
No hay momentos precisos para hacerle bien al club, sino que es un trabajo que se va construyendo día a día, y sobre todo dejar de lado el individualismo, los egos, los egoísmos, y todas aquellas miserias que lastiman los colores verde y blanco.
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