Está claro que en ésta situación de Pandemia el mundo busca adaptarse a las situaciones y los momentos angustiantes que tocan vivir.
En Argentina, la decisión del gobierno nacional del aislamiento preventivo obligatorio está evitando miles de muertes y la saturación del sistema de salud, algo que sería gravísimo para todos los argentinos.
En éste contexto, las actividades buscan la mejor salida a la crisis económica provocada por el covid-19, y el fútbol no es la excepción.
La AFA a través de su comité ejecutivo, oficializó ya la finalización de la temporada, y algunas medidas como la suspensión de los descensos por dos años, la clasificación a las copas de acuerdo a como los equipos terminaron en la tabla, y un calendario de enero a diciembre para el 2021.
Más allá de estás resoluciones, el fútbol argentino deberá resolver muchos problemas todavía, como por ejemplo si durante éste año se jugará o no, ya que deberían jugarse de acuerdo a lo resuelto, la copa de la Superliga y la Copa Argentina. Los más optimistas manejan el mes de Setiembre como posible vuelta de la actividad, aunque aquí hay un conflicto en puerta, ya que la vuelta sería sin público, cosa que los clubes rechazarían. La situación es compleja, y el gobierno nacional ya avisó que el público en los espectáculos podrá volver el año que viene, por lo que ya hay dirigentes del fútbol argentino que dicen por lo bajo, que el fútbol vuelve en enero.
Los problemas del fútbol no son actuales, pero la coyuntura agrava aún más la situación de los clubes de todo el país. Las instituciones de todas las categorías deben resolver los contratos de los jugadores, los salarios, y seguramente cada una de las partes, la AFA, Futbolistas Argentinos Agremiados, y los clubes no solo deberán pensar en sus intereses, sino que también en el bien común, y siempre teniendo presente que de ésta crisis, nadie se salva solo.
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