No deja de sorprendernos que la comisión directiva se atribuya facultades que no le competen.
Las legítimas autoridades de Unidos por Banfield desconocen las facultades que se arroga la comisión directiva de interrogar, requerir documentación, fijar plazos y demás cuestiones que son delegadas a organismos del Estado, en un intento de proscribir a nuestra agrupación.
El departamento legal de Unidos por Banfield informa que se encuentra preparando la presentación provincial ante la Dirección de Personas Jurídicas, independientemente del análisis sobre la posibilidad de una rápida intervención judicial en caso de que se lesione algún derecho constitucional. Asimismo, hemos respondido las cartas documento enviadas a nuestras autoridades.
Resulta evidente el vínculo entre nuestra expresidenta Sabrina Belén y el actual presidente del club, Eduardo Spinosa. No les corresponde a ellos objetar la elección de un conjunto de socios y socias pertenecientes a Unidos por Banfield. Resulta ridícula la posición de nuestra expresidenta, no teniendo acompañamiento de otros socios ni representatividad, como quedó evidenciado en todo su accionar posterior.
Unidos por Banfield continúa siendo, a la fecha, la agrupación más opositora a los 10 años de gestión de Eduardo Spinosa. No sorprende el ensañamiento del presidente, pero tampoco nos amedrenta.
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